Eritema infeccioso
Por lo general, el eritema infeccioso, también conocido como quinta enfermedad, es una enfermedad leve causada por el parvovirus B19. Afecta con mayor frecuencia a los niños hacia el final del invierno y el principio de la primavera. El nombre “quinta enfermedad” proviene de ser la quinta enfermedad infantil clasificada, después del sarampión, las paperas, la rubéola y la varicela. Al igual que estas otras enfermedades, esta provoca un sarpullido.
Síntomas
Pueden pasar de 4 a 14 días desde que el niño se contagió hasta que aparecen los síntomas. Este también es el período en el que los niños pueden contagiar más. El sarpullido comienza de 2 a 3 semanas después de que ha sido infectado. Una vez que aparece el sarpullido, el niño ya no transmite la enfermedad a otros. Esto también quiere decir que los niños propagan la enfermedad antes de que alguien sepa que la tienen.
El eritema infeccioso por lo general comienza con síntomas como los de un resfriado o gripe leves, por ejemplo:
Varios días después, se presenta el sarpullido. Este consiste en manchas faciales rojizas que parecen como si al niño le hubieran dado palmadas en la cara. De hecho, muchas personas solían llamarla la enfermedad de la “mejilla abofeteada” debido a esta apariencia. El sarpullido luego se propaga a otras partes del cuerpo.
El virus se contagia mediante la tos o los estornudos, o por compartir vasos y cubiertos.
La mayoría de los niños con eritema infeccioso se recupera totalmente sin problemas. Pueden ocurrir complicaciones en las personas que tienen el sistema inmunitario debilitado y en aquellas con anemia de células falciformes. Las embarazadas que están expuestas a esta enfermedad deben ver de inmediato a su proveedor de atención médica. Aproximadamente la mitad de las embarazadas está vacunada contra el parvovirus 19. Las mujeres que no han recibido esta vacuna y contraen eritema infeccioso durante el embarazo corren riesgo de sufrir un aborto espontáneo. El aborto espontáneo ocurre con frecuencia en la primera mitad del embarazo. Se puede hacer un análisis de sangre para ver si es inmune o si ha tenido una infección recientemente.
Cuidados en el hogar

Puesto que el eritema infeccioso es causado por un virus, los antibióticos no ayudan a eliminarlo. Los antibióticos no combaten los virus. Más bien, el objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas, como se hace con muchos resfriados y otras enfermedades virales. Siga estas pautas cuando esté cuidando a su hijo en su casa.
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Dele más líquidos.
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Aliéntelo a que descanse hasta que se sienta mejor.
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Haga que se lave frecuentemente las manos y tire los pañuelos después de haberse limpiado o sonado la nariz.
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Lávese bien las manos antes y después de tocar a su hijo.
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Enseñe a su hijo a cubrirse la boca y la nariz cuando tosa o estornude.
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Enséñele que no debe tocarse los ojos, la nariz ni la boca.
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Mantenga al niño en casa hasta que se sienta mejor.
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Evite el contacto de cerca con personas que estén enfermas.
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Siga las instrucciones del proveedor de atención médica sobre el uso de analgésicos de venta libre, como el paracetamol, para aliviar la fiebre, las molestias o el dolor. En bebés mayores de 6 meses, puede usar ibuprofeno pediátrico. Pregúntele a su proveedor de atención médica sobre la alternancia entre paracetamol e ibuprofeno. Consulte con el proveedor de atención médica antes de darle estos medicamentos si su hijo tiene una enfermedad hepática o renal crónica, o ha tenido alguna vez una úlcera estomacal o un sangrado gastrointestinal. Nunca le administre aspirinas a una persona menor de 18 años con una infección viral o fiebre. Puede causar una enfermedad grave llamada síndrome de Reye que puede provocar graves daños en el hígado o el cerebro.
Visitas de control
Asista a las visitas de control con el proveedor de atención médica de su hijo o siga las indicaciones recibidas.
Cuándo llamar al 911
Llame al 911 si ocurre algo de lo siguiente:
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Dificultad para respirar.
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No puede tragar.
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Se siente muy adormecido o tiene problemas para despertarse.
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Desmayos o pérdida del conocimiento.
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Frecuencia cardíaca acelerada.
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Convulsiones.
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Rigidez en el cuello.
Cuándo buscar atención médica
En el caso de un niño que habitualmente está sano, llame al proveedor de atención médica de inmediato ante cualquiera de las siguientes situaciones:
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Fiebre (consulte “La fiebre y los niños”, a continuación).
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Su bebé está molesto o llora y usted no puede calmarlo.
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Los síntomas empeoran o no empiezan a aliviarse después de 2 días de tratamiento.
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Su hijo presenta nerviosismo, somnolencia o confusión inusuales.
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Su hijo muestra signos de deshidratación: no ha orinado en 8 horas, no tiene lágrimas al llorar, tiene los ojos hundidos o la boca seca.
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Su hijo tiene dolor de cabeza, dolor de cuello o rigidez en el cuello.
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Su hijo tiene diarrea o vómito frecuente.
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Su hijo tiene dolor de oído o un aumento del dolor de garganta que le dificulta tragar.
La fiebre y los niños
Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
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En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.
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En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.
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En la axila. Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tiene signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.
Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo adecuadamente. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir microbios de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica de la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.
A continuación hay valores de referencia que lo ayudarán a saber si su hijo tiene fiebre. Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le dé valores diferentes. Siga las instrucciones específicas que le dé su proveedor.
Medición de temperatura en un bebé menor de 3 meses:
Medición de temperatura en un niño de 3 a 36 meses (3 años):
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En el recto, la frente o el oído: 102 °F (38.9 °C) o más alta
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En la axila: 101 °F (38.3 °C) o más alta
Llame al proveedor de atención médica en los siguientes casos:
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Picos de fiebre reiterados de 104 °F (40 °C) o superior en un niño de cualquier edad
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior en un bebé de menos de 3 meses
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años
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Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más